domingo, 28 de marzo de 2010

Millennium


Ya he terminado de leer el tercero de los tres libros de Millennium y qué pena, no hay más. Stieg Larsson nos dejó en 2004, apenas acabada la tercera novela de la serie: La reina en el palacio de las corrientes de aire. Le preceden: Los hombres que no amaban a las mujeres y La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina.

Porque es una de esas historias, con muchas historias enlazadas, que te atrapan, te entretienen, te intrigan y te emocionan. Sé que soy una más de los millones de lectores y que se han vertido multitud de opiniones. La verdad es que en principio era reticente a comenzar la lectura, ya que cuando un libro anda mucho por los medios de comunicación, resulta para mí a veces sospechoso de tener sólo eso: valor mediático. Pero en este caso, el libro ha cumplido varias de las condiciones que yo le pido a un libro: Está bien escrito, es entretenido, aprendes algunas cosas, reflexionas sobre otras muchas...
El personaje central, la protagonista, es increíble y acabas sufriendo con ella, intentando ayudarla... Qué bien, hay personas que ayudan al final...Sí, una novela con buenos y malos. Con personas con problemas, con personas comunes y otras fuera de lo común. Me ha encantado también conocer un poco la forma de vida sueca, las diferentes ciudades que se van nombrando...
Mucha acción, intriga y también buenas descripciones. Ha merecido la pena soportar el peso de tanta página.

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