jueves, 22 de julio de 2010

Nadie tiene la culpa


Cada vez que un accidente se lleva la vida de una persona cercana o simplemente conocida, ves de cara la desgracia y el horror que supone la pérdida. La sientes como una puñalada terrible y te pones enferma sólo de pensar en estar en el lugar de la familia y de pensar en la pobre víctima, en lo mejor de la vida que ya ha llegado a su fin.
Este blog se alimenta de mis reflexiones y la necesidad de comunicarlas, aunque últimamente intento contar cosas dulces y bellas, no puedo evitar traladar aquí algunas de las ideas y sentimientos que ahora, inevitablemente, son tristes.
El otro día la maldita balanza de la suerte se inclinó al lado equivocado y un accidente de tráfico se llevó la vida de un joven. No puedo dejar de pensar en él, pero sobre todo en su madre. Y como todos tenemos recuerdos y penas que nunca nos dejan, no puedo dejar de recordar otra madre que perdió a su hijita demasiado pronto y en otro tipo de accidente más terrible aún: un incendio.

No hay culpables. Nadie tiene la culpa.
Si hubiese estado... si no hubiera ido... si no hubiera...
Un accidente así es imprevisible e inevitable. ¿Cómo sabiendo lo que iba a suceder iban a hacerse así las cosas?

Caja de haya. Caja de alas de mariposa blanca y negra.
Madre acompañada en el cementerio de la cruz, besos, abrazos, apretones, palabras, caricias... Madre en el cementerio de la media luna, sóla, sin abrazos, sin palabras, sin apoyos.
Desgarradas por el mismo dolor: Mi hijo. Mi hija.
Mi hijo qué guapo era, qué bueno, ¿verdad?, qué cariñoso... Palabras que brotan sin cesar. Palabras y dolor. No sé si sabe aún que ya no está...
Mi hijita. No hay palabras. No hay voz. No hay idioma. No hay expresión. Sólo dolor.
Madre de aquí. Madre de allá. La misma soledad, el mismo duelo, el mismo desamparo.
Valientes a la fuerza. Aunque el terrible destino se les lleva algo tan querido, la vida y los que quedan les exigen ser fuertes y valientes.
No quiero ser esa madre. No quiero ese dolor.
No, esa pena no.

10 comentarios:

Zamarat dijo...

Unas palabras tan bonitas como tristes. Ojala nunca tengamos que vernos en la situación de las madres que cuentas. La muerte de un ser querido es siempre dolorosa, y más si se trata de un hijo y en circunstancias tan duras. Desgraciadamente, no siempre podemos hacer entradas graciosas y divertidas, pero también necesitamos de vez en cuando este tipo de reflexiones. Un abrazo

Cloti Montes dijo...

Oh, Haya, me has emocionado ¡qué tristeza más grande reflejan tus palabras!
Espero que te recuperes pronto de este duro golpe y que ayudes a esa madre, si puedes. ¡Qué pena!
Bsssssss
Cloti

momentoparapensar dijo...

Gracias Zamarat y Cloti por vuestros comentarios. Y qué difícil es ayudar en estos casos. Escuchar, acompañar... si se puede.
Besicos.

Pilar dijo...

Hola guapa, veo que estás pasando un momento triste, siempre están ahi, la vida se compone de muchos de esos momentos, en un instante te da un zarpazo y ves la cruda realidad.
Yo he creado el blog con intención de evadirme de las tristezas que nos rodean, de crear un mundo paralelo en el que todo sea bonito y divertido, pero es inútil, a poca sensibilidad que se tenga, no puede uno ser ajeno a las desdichas, injusticias y sufrimiento. Y si al menos unas palabras sirven de consuelo: enhorabuena por tu solidaridad.
Mil besos

Amparo dijo...

Solo leerlo me ha hecho estremecer, Dios quiera que nunca salga de mi boca tanto dolor, deseo que nadie lo pase, debe ser lo peor de esta vida, desgraciadamente he vivido casos muy de cerca y es desgarrador el lamento de una madre. un beso

Elia dijo...

Hola, estaba de visita, me encanta lo q he encontrado en tu rincón, volveré con seguridad... q tengas un buen finde,
eljardindemiduende
^^

momentoparapensar dijo...

Lavanda, qué bonitas tus palabras. Es verdad que has conseguido un blog precioso, me encanta visitarlo. El momento triste lo están pasando más mis hijos, era un amigo.
Amparo, es verdad, es desgarrador, yo me sitúo más cerca del dolor de la madre.
Elia, gracias por tu visita y tus comentarios.
Besicos.

Cris dijo...

Momento..... que desgarrador , como Madre ni puedo ni pensarlo , me gusta tu sitio y tu forma , estos espacios como dicen por allì arriba realmente nos sirven de Catàrsis , gracias por tu visita a mi sitio.Nos seguimos viendo??.
Saludito
Cris//mujeresdesincuentay

momentoparapensar dijo...

Cris, muchas gracias por tu visita y tus comentarios. Me alegro de verte por aquí.
Besicos.

Conral dijo...

Esta mañana vine a ver tu caja y no me paré a leer esta entrada, pero he vuelto para hacerlo.
Tienes toda la razón. Toda. Nosotros vivimos la pérdida de un familiar, un primo hermano mío, en un accidente de moto. Es tremendo. Nunca olvidaré aquellos días de dolor.
Perder a una hija en un incendio debe de ser más fuerte aún, si se puede comparar. Impresionante.
Muchas veces no entendemos por qué la vida tiene que ser así, ¿por qué? no hay respuestas convincentes.
Amiga, si tienes gana pásate a ver el bote que decoré con la tela roja. Por si te animas...
Un abrazo
Conchi