En el país de la nube blanca

Leí este verano el primer libro de esta saga familiar escrita por Sarah Lark  novela histórica, de aventuras o romántica...que nos lleva hasta Nueva Zelanda.

Fue una lectura cómoda, entretenida, con personajes aventureros y acontecimientos históricos y novelescos.

Las mujeres, valientes, arriesgadas, sufridoras, decididas, sobre todo dos mujeres con cualidades diferentes y complementarias, son los principales motores de esta novela que no voy a juzgar, como no hago con casi ninguna, sólo valorar la información recibida sobre un país joven y una forma de vida importada de Europa pero adaptada a las características geográficas y humanas de ese lugar.  También valoro la capacidad de entretener e interesar por el desenlace de unas historias a veces trágicas, a veces ingenuas... Hay para todo...

Emprendí la lectura de la segunda y tercera novelas durante las vacaciones de Navidad.

Entre fiebres, resfriados, calefacción, sofá, anticatarrales, envuelta en una bruma mi cabeza... una lectura tan entretenida es lo mejor y aunque ha sido un poco de sobredosis, no hay que discurrir mucho, sólo dejarse llevar por una serie de acontecimientos tan sorprendentes a veces como esperados en otras ocasiones... 

Se puede triunfar desde la nada o arruinar tu vida de la forma más torpe, vivir una profunda historia de amor o sufrir por el enamoramiento más absurdo.

Personajes a veces geniales, que se hacen querer, junto a otros simples, primarios y que aportan poca originalidad e interés.  Lo mismo ocurre con la narración: capítulos con estremecedores relatos junto a otros de los que se podría prescindir.

Una saga familiar extensa, que como se ve, da para todo y para todos los gustos.