Todo lo que cabe en los bolsillos es una novela de
Eva Weaber que se ha comentado mucho por los blogs y que en el grupo de lectura propusimos uno de los meses pasados. Me había llamado la atención la portada y por supuesto, al leer la sinopsis, te haces idea de que es el tipo de novela histórica que te gusta leer. No es precisamente agradable recordar el gueto de Varsovia, pero es necesario. En esta novela además del drama vivido, hay ternura, hay solidaridad, hay compasión y quizá porque es necesario, un poco de teatro y fantasía.
Quizá tenga más peso en la novela el protagonista judío, pero es importante también el protagonista del otro lado, el alemán, y con ello tenemos una visión más completa de la terrible época que les tocó vivir y las secuelas en el futuro de sus vidas.
Muy interesante también el apéndice explicativo de algunos personajes que aparecen, personas que existieron, con nombres y apellidos y cuyas biografías invito a consultar.
Otra novela que he leído recientemente, también con el grupo Leyendo juntos, es
La lista de los nombres olvidados, de
Kristin Harmel, que tiene un poco de novela histórica, y un poco de romántica o es quizá un tipo de novela que ahora llaman chick-lit, como bien dice
Cloti o como dice ella que yo digo: un caramelito.
En fin, una novela que se lee a gusto. Con el hilo conductor de una repostería de la que vive la protagonista en un lugar de América, viajamos al pasado, en busca del origen no sólo de esos dulces, sino de unos nombres que pertenecen al pasado y que hay que encontrar... El pasado está en París y en la ocupación alemana. Volvemos a recordar en esta novela los horrores del holocausto.
Volvemos a rechazar la idea de los crímenes de guerra... y acabo de escuchar unas noticias terribles de cosas que están ocurriendo por Oriente próximo, por Europa..., xenofobia, homofobia... ¿qué le pasa a la humanidad? No aprendemos del pasado.
Por desgracia siguen existiendo listas de nombres de personas desaparecidas, masacradas, maltratadas...